Blog Mobas | El blog de las comas, los sustantivos, los libros y las cursivas

Buenos días, Mónica:
Confieso que todavía no he leído Pedro Páramo, así que le tendré que poner solución cuanto antes. Por mi parte, aquí te dejo el libro que no terminé de entender:
http://misfiliasyfobias.blogspot.com.es/2014/11/30libros-14-uno-que-no-llegaste.html

Besicos mil.

«Nadie nos mira», de José Luis Peixoto. Es un enigma, y todavía no sé por qué me lo llevé a casa.

Creo que Tiempo de Silencio…porque pese a que en el instituto me lo explicaron, o lo intentaron, nada de nada. España profunda, drama, pobreza…vamos, ni idea!

Mónica, ¿me parece a mí, o lo tuyo se puede considerar trampa? Porque finalmente lo has entendido harto al libro que elegiste… ¿entra igual en la categoría? 🙂

El primero que se me vino a la cabeza es El limonero real, de Juan José Saer, pero ya lo usé en este reto. Por lo tanto escojo «El loro de Flaubert», de Julian Barnes. Entendí tan poco que apenas pasé la mitad y lo dejé. No soporté no poder vislumbrar para dónde iba nada.

¡Saludos!

Esta categoría tiene trampa, sí, porque eso de «no entender un libro» es relativo… Algunos libros (por ejemplo de Pynchon, Bulgakov o Nabokov) me han dejado con la sensación de no haberlo entendido todo, pero de haber entendido el juego que proponían, por decirlo así.

Creo que algunos de los libros más raros que he leído, y que más me han dejado la sensación de «qué leches es esto que estoy leyendo» son los de la fase experimental de Cela (Mazurca para dos muertos, Cristo versus Arizona, San Camilo, 1936… Pero tampoco volvería a leerlos para entenderlos mejor, la verdad…

Me ha costado elegir, no tengo recuerdo claro de «no entender». La cuestión es tal vez demasiado abierta: no comprender el argumento, no <> al estilo del escritor y no poder seguir, no entender por dónde quiere ir el autor…
No olvido que me costó sudores algun libro de Marx… pero al final he recordado uno que leí hace muchos años – rectifico, lo dejé, de los pocos que he dejado -, se trata de La saga/fuga de J.B., de Gonzalo Torrente Ballester.
Recuerdo tener la sensación de no comprender qué me querían contar, vamos, que no me enganchó y no seguí.
Pero eso fue “hace muchos años en una galaxia muy muy lejana…”
Acabo de hacer una busqueda en la red y hablan de él como de una gran obra, así que sería justo que tal vez algún día le diese una segunda oportunidad…
… o más bien a mí mismo, de estar a la altura.

Hola!
Hoy se me ha hecho un poco tarde. El libro que no entendí fue La subasta del lote 49, de Thomas Pynchon. Bueno, lo cierto es que ni siquiera lo terminé, como no entendía nada y me estaba haciendo un lío tremendo lo dejé a la mitad. Tendré que darle una segunda oportunidad, como a Pedro Páramo, que lo leí en el colegio y tampoco me quedo claro del todo y hace tiempo que pienso que lo tengo que coger de nuevo.
Saludos

Creo que Pynchon es uno de esos autores en los que importa más aceptar el juego y dejarte llevar por él, que comprender cada elemento individual del conjunto. Para entender perfectamente V. habría que releerla unas cuantas veces, para pocer captar todas las referencias, paralelismos, juegos de planos, transformaciones de personajes… Pero ya en una primera lectura se puede tener una idea de los mecanismos que funcionan en la novela, y disfrutarlos. Lo mismo pasa con Ada o el ardor de Nabokov, que es también muy desconcertante al principio, pero una vez que se le coge el truco es una gozada.

Para empezar con Pynchon yo recomendaría precisamente La subasta del lote 49 (que yo siempre llamo La subasta del lote 54, por algún motivo): como es más corta, da para entender mejor los «trucos» que usa Pynchon para construir su novela paranoico-psicotrópica…

«Novela paranoico-psicotrópica», jajaja, creo que no se puede definir mejor.

Dina me ha refrescado la memoria. En el instituto no me obligaron a leer ‘Tiempo de silencio’, decidí leerlo por mí misma. Pero se me atravesó y nunca lo terminé porque no me estaba enterando de mucho. Creo que ya han pasado los años suficientes como para volver a enfrentarme a él. Me lo apunto a la lista de pendientes. Por cosas así, me encanta el reto de los 30 libros. ¡Gracias, Mónica! ¡Gracias, Dina! ¡Y gracias a todos los que comentáis!

Besos.