Paula Bonet: ‘Qué hacer cuando en la pantalla aparece THE END’
Hoy os voy a hablar de otra ma-ra-vi-lla: Qué hacer cuando en la pantalla aparece The End, de Paula Bonet. Apuntad, que es una preciosidad (y leed el texto de la contra que os copio, que os podéis hacer una buena idea de lo que es este libro).
Qué hacer cuando en la pantalla aparece The End es un libro sobre finales que llegan repentinamente, sin avisar, que nos parten en dos mitades. También es un libro que habla de finales que se arrastran durante años y que nunca se acaban porque confunden orgullo con recuerdo.
Los primeros nos provocan un dolor repentino, desgarrador. Los segundos nos desgastan poco a poco, como si fuéramos precipicios que las olas golpean sin parar mientras cientos de gaviotas nos utilizan como letrina. Las algas se nos enredan en los pies y al morir se pudren pegadas a nosotros.
Y entonces cogemos trenes, reservamos habitaciones de hotel en pueblos olvidados, vivimos enganchados a pantallas esperando que alguien decida hablarnos para informarnos del siguiente movimiento, el que nos acercará conscientemente a un final que hace años que buscamos. Pero ese final no llega.
Y de repente un día nos despertamos y sentimos el vacío: en la pantalla aparece THE END y decidimos empezar otra historia. Una en la que nunca tengamos que fingir que no nos conocemos.
¿No os ha pasado nunca que le echáis un vistazo a un libro y, de repente, descubrís que tiene tanto que ver con vuestra vida que no os queda más remedio que leerlo y admirarlo y disfrutarlo? Pues eso me pasó a mí con Qué hacer cuando en la pantalla aparece The End. Primero me cautivaron sus ilustraciones (¡qué buena es Paula Bonet!). Después, el texto de la contracubierta me llamó muchísimo la atención. Y cuando por fin lo tuve entre mis manos más tiempo y leí algunos de los fragmentos… ¡lo tenía que leer!
Y si, además, resulta que muchos capítulos llevan al principio citas de libros y canciones, y muchos de esos libros y canciones forman parte de mi universo personalísimo… ¿cómo no me iba a enamorar de este libro? Si aparecen Sagan (Buenos días, tristeza), Kundera o Perec, o canciones de Oasis, Death Cab for Cutie (¡¡amor!!) o Eels (¡Dios mío, Eels, cuánto tiempo y qué recuerdos!), por citar solo algunas cositas que, obviamente, no podía dejar pasar.
Pero es que, para echar más leña al fuego, resulta que leo los fragmentos y suscribiría algunos capítulos tal cual, prácticamente. Yo cambiaría la S. por una A., o la F. por… otra A. distinta, pero ¡es todo tan igual! No sabría con qué capítulos quedarme, la lista sería demasiado extensa. Por citar algunos: «Cómo cruzar un río» (tan parecido a las dos A. que cruzaron mi río hace unos años… que reconozco que lloré al leerlo), «Calle Sueca, número 42», «Observando ballenas en Húsavík», «Los acantilados de pájaros de Látrabjarg», «Mnemotecnia», partes de «El tucán» o «No te acabes nunca».
He copiado algún fragmento en el Tumblr y os dejo también el enlace del librotráiler por si queréis curiosear (yo lo haría).
¿Sueno entusiasmada con el libro? ¡Es que lo estoy! Este va a ser de esos que relea y relea y relea… Una verdadera preciosidad (aunque, muy a mi pesar, ¡he encontrado más de una y más de dos faltas!); pero esto no cambia mi opinión: es un libro que merece muchísimo la pena. ¡Gracias por la recomendación, Stephen!
¿Conocéis el libro? ¿Queréis comentar cualquier cosa? Me encantaría saber vuestra opinión sobre el libro, si es que lo conocéis, o si os ha llamado la curiosidad. Tenéis los comentarios abiertos.
Mmmmmm, aunque no sé por qué me parece un poco deprimente…Me lo pensaré 😉