‘Sábado’
¡Por fin sábado! ¿No estabais deseando que llegara el fin de semana? Yo, después de la semana de pesadilla que he tenido (de ahí la falta de entradas), necesitaba el día de hoy como respirar… El sábado es mi día favorito de la semana (de casi todo el mundo, ¿verdad?); de hecho, incluso nací un sábado (por cierto, dentro de poco es mi cumpleaños, acepto regalos…). 😉
Vamos al lío, que a veces me voy por las ramas. Etimología del nombre sábado. Esta vez, no vamos a mencionar a ningún dios de la mitología latina; de hecho, nos vamos a otra cultura, pues el origen de sábado es hebreo. El sabbat era el ‘día de descanso’, al hacer referencia al séptimo día de la semana, aquel en que Dios descansó después de haber creado el mundo. A nosotros nos choca que sea el séptimo día de la semana (en nuestra cultura actual es el sexto), pero en otras la semana acaba en sábado (quizá se podría explicar este fenómeno cuando hablemos del domingo).
Tenemos esta secuencia de cómo el nombre hebreo ha llegado hasta nosotros:
sabbat (hebreo) > sabbaton (griego) > sabatum (latino) > sábado (castellano)
Es una explicación muy simplista (habrá un montón de filólogos poniendo el grito en el cielo con esta explicación tan minimalista), pero creo que así la entiende todo el mundo, que es de lo que se trata. Y seguro que así no se os olvida que ni viene del latín ni es un día dedicado a ninguna divinidad, sino al descanso.
Os recuerdo que podéis consultar el origen de los nombres de otros días de la semana: lunes, martes, miércoles, jueves y viernes. Y, una vez más, para que se os quede bien grabado, os recuerdo también que en castellano los días de la semana (así como los meses y las estaciones del año) se escriben en minúscula.
¡Feliz fin de semana a todos! Y descansad mucho, que para eso es sábado, el ‘día del descanso’.