Daniel Glattauer: ‘Contra el viento del norte’
Últimamente parece que solo leo cosas flojillas y esta novela, aunque no puede compararse en absoluto, por ejemplo, a los libros de Moccia y tiene puntos muy interesantes, no deja de ser algo ligerito, fácil de leer, sin grandes profundidades ni grandes reflexiones… Pero es fresca y original; si queréis leer algo rápido, es vuestro libro.
En la vida diaria, ¿hay lugar más seguro para los deseos secretos que el mundo virtual? Leo Leike recibe mensajes por error de una desconocida llamada Emmi. Como es educado, le contesta y como él la atrae, ella escribe de nuevo. Así, poco a poco, se entabla un diálogo en el que no hay marcha atrás. Parece solo una cuestión de tiempo que se conozcan en persona, pero la idea los altera tan profundamente que prefieren posponer el encuentro. ¿Sobrevivirían las emociones enviadas, recibidas y guardadas un encuentro «real»?
Lo leí en una tarde y tengo que admitir que, aunque sea una novela sin grandes pretensiones, me enganchó un poquito. Me sentía un poco cotilla, como si estuviese espiando los correos electrónicos de Leo y Emmi y me encontrara, de sopetón, con una relación que de algo accidental va pasando a una amistad y, de ahí, a un amor, un tanto extraño, pero bonito.
Antes he comentado que no es un libro de grandes reflexiones, pero sí puedo decir que, a su manera, sí toca temas como el poder de la palabra a la hora de seducir, los celos… Y de una manera muy fresca, con el justo grado de tensión en cada momento.
La novela continúa en Cada siete olas. Si os ha gustado esta, tenéis que haceros con la nueva para saber qué ocurre con Leo y Emmi. Aun así, a mí me pareció un poco peor que Contra el viento del norte (aunque es muy parecida, sigue siendo todo prácticamente igual).
Esto se va a convertir en un clásico al final, pero, para mí, estos son los típicos libros para leer en la playa…