Redes sociales: el blog y mi vida personal

Quienes seguís el blog desde hace tiempo, sabéis que tengo varios cauces abiertos por si os queréis poner en contacto conmigo bien sea para preguntarme una duda, hacerme una sugerencia de lectura o comentar cualquier cosa que haya escrito en el blog. Tenéis a vuestra disposición una cuenta de Formspring, una cuenta de Twitter, una dirección de correo electrónico, los comentarios del blog… Creo que hay variedad suficiente para poder elegir. Y, aun así, algunos me preguntáis por Facebook… ¿Qué será lo próximo? ¿Un podcast? ¿Un videoblog o un canal en Youtube? 😉

Facebook no me gusta nada. Me hice una cuenta hace mucho tiempo y tengo muy poquitos amigos allí agregados (sobre todo, gente que vive fuera de Bilbao y con la que me es más fácil tener contacto a través de esa red social). Y, que esto quede bien claro desde aquí: salvo alguna excepción (que yo he decidido que sea así), los agregados en Facebook son mis amigos, los de mi vida real, totalmente ajenos al blog (la mayoría no sabe ni que existe) y a mi trabajo; son gente con la que comparto mi vida personal, que me gusta separar de esta más «virtual». Creo que muchos entenderéis que no tengo ganas de mezclar churras con merinas y, habiendo otras formas de ponerse en contacto conmigo, me parece innecesario liarme ahora con Facebook (que, la verdad, es una red social que aborrezco). Así que, a todos los que me habéis escrito pidiéndome mi dirección de Facebook o, incluso, a aquellos que me habéis encontrado allí y me habéis hecho una solicitud de amistad, lo siento, pero no. No quiero mezclar mi vida personal y el blog/trabajo. Os agradezco el interés, pero ni os voy a dar la dirección ni voy a aprobar las solicitudes. Y si ahora a alguno le ha entrado curiosidad y quiere ver mi  perfil de Facebook, que todo es posible, que sepáis que lo único que vais a lograr ver es una foto de mi gata Marmi que, para que no perdáis tiempo, os pongo aquí muy gustosamente (y así podéis admirar lo guapísima que es).

MI gata Marmi

Mi gatita Marmi

Es una belleza, ¿verdad? Es una Maine Coon con una carita preciosa; es muy mimosa y, cuando ronronea, parece que hay un tractor en la habitación. Otro día os presentaré a mi gato, Piticli, para que no haya ningún agravio comparativo entre los dos. Bueno, pues esto es todo lo que podéis ver en Facebook, red que además apenas utilizo (creo que el último mensaje de mi muro es de mi cumpleaños, en mayo del año pasado). Vamos, que muy interesante no es.

Lo que también me han sugerido es que prepare una página Facebook del blog. Pues tampoco. Repito que ya hay cauces suficientes, estoy montando más cosas para que podáis interactuar más entre vosotros si así lo queréis y me parece más que suficiente. No quiero utilizar herramientas que no me gustan, así que, al menos por el momento (y creo que va a seguir así por mucho tiempo), no va a haber Facebook.

Bien, pues con el asunto de Facebook cerrado, vamos a hablar un poco de Formspring. Formspring sí que me gusta, me parece una forma ágil de dejar preguntas y es fácil ir viendo las respuestas. Además, he enlazado el Formspring con Twitter (sé que para algunos esto es un galimatías) y ahora, si me seguís en Twitter, vais a poder ver las respuestas que voy dando. Claro, ahí sí se juntan preguntas personales con dudas, pero bueno, las personales suelen ser muy divertidas y si veo que es algo muy íntimo, con no responder, suficiente.

Ahora, también hay un problema con Fomspring. Últimamente estoy recibiendo preguntas cuyo tono no me gusta, no me acaba de convencer. Igual es cosa mía, igual no hay mala intención ni nada de eso, pero no me están gustando. No me gusta que no me llamen por mi nombre, o que me llamen «mi amor» (por cierto, a quienes me hayan hecho las preguntas, si no había mala intención, mi disculpa, pero no me han hecho gracia). Y, como no sé quiénes me mandan las preguntas, pues me queda una cierta desazón… Así que hoy he restringido las opciones de mi Formspring y, a partir de ahora, hay que estar registrado y dejar el nombre para poder preguntarme. Al menos así, puedo saber quién me hace las preguntas. Llevaba un tiempo pensándolo y creo que es lo mejor, porque como hay otras vías para dar conmigo, si no os apetece pasar por el engorro de tener que daros de alta (aunque se tarda un minuto y solo hay que hacerlo una vez), pues ya encontraréis la manera de hacerme llegar vuestros comentarios. Espero que entendáis que quiera saber quién manda las preguntas (responder cuestiones anónimas a veces es extraño).

Básicamente, esto es lo que quería deciros hoy. Espero que entendáis que quiera separar ambas esferas de mi vida (el blog y mi vida personal). No penséis por ello que tengo cosas que esconder, no es eso: es que para mí este blog se acerca más a mi vida laboral y a veces conviene desconectar del trabajo, ¿verdad? Por eso no quiero mezclar las cosas. Os agradezco vuestra comprensión. Yo seguiré al pie del cañón intentando responderos lo antes posible…