‘Los cachorros’ de Mario Vargas Llosa

Lo prometido es deuda y, en homenaje a Vargas Llosa, he aquí la primera de las dos reseñas que voy a escribir sobre obras suyas. En esta ocasión voy a hablar de una novela muy breve que lleva por título Los cachorros, de 1967.

Los cachorros

Portada de la edición de Cátedra

Con esta historia, centrada en un grupo de muchachos miraflorinos de los años cincuenta, uno de los cuales es castrado por un perro —de ahí el apodo, ‘Pichulita’—, Vargas Llosa no solo despliega fuegos de artificio técnicos, sino que profundiza en la psicología del protagonista y de quienes lo rodean. La narración apela a temores arquetípicos (la castración) y a sus consecuencias, más desgarradoras en una sociedad patriarcal y machista, recubierta solo superficialmente por los criterios de la modernidad.

Para ser sincera, leí Los cachorros en mis años de universidad, era una lectura obligatoria en algunas de las asignaturas de literatura hispanoamericana, así que me queda un pelín lejos. De todas formas, a pesar del tiempo transcurrido, recuerdo que esta obra me impactó y me gustó mucho.

Y, sí, claro que trata los temas que aparecen descritos más arriba (es una magnífica novela), pero yo vi esta obra (y esto es una opinión muy personal) como una nueva invitación a vivir el momento, el famoso carpe diem: aprovecha la vida, porque, cualquier día, ocurre algo que pone tu mundo patas arriba (por ejemplo, que un perro te emascula de un mordisco, lo cual, además de hacerte soportar un mote despectivo como ‘Pichulita’ para el resto de tus días, te crea un complejo de inferioridad tan brutal que «acaba» con tu vida).

Me imagino que muchos de vosotros os habréis acercado a este libro en alguna ocasión. ¿Os gustó? ¿Qué mensaje extrajisteis de él? Si queréis compartirlo, ya sabéis, los comentarios están abiertos.